¿Loción o crema hidratante? 3 claves que te harán salir de dudas

El abanico de productos para el cuidado de la piel del cuerpo es cada vez más amplio. A pesar de ello, aún seguimos sin tener claras las necesidades de nuestra dermis y los tratamientos específicos para rejuvenecerla e hidratarla correctamente. Y es que, a pesar de la abundancia y variedad de lociones y cremas corporales, la desinformación generalizada hace que no todo el mundo sepa utilizarlas correctamente.

Como cada piel tiene sus características, los requisitos necesarios para ponerla a punto son diferentes. En este sentido, aunque lociones y cremas corporales se utilizan indistintamente, sus usos y aplicaciones no son los mismos según el tipo de piel. A continuación, conocemos las principales diferencias entre unas y otras y los casos en los que están especialmente recomendadas cada una.

Loción hidratante. Es un producto con una consistencia menos viscosa, más líquida y fluida, por la elevada cantidad de agua que lo constituye. Una loción corporal está especialmente indicada para aquellas personas que tienen la piel normal o grasa y que, tras la aplicación, no quieren un tacto pegajoso.

Crema hidratante. A diferencia del anterior, este es un producto con mayor viscosidad y consistencia. Suele ser el tratamiento ideal para las pieles muy secas, sensibles o dañadas puesto que, según los expertos, las cremas hidratantes corporales penetran mejor en las capas profundas de la dermis bloqueando la pérdida de agua.

El detalle principal que marca la diferencia entre una y otra es la mezcla entre aceite y agua. Ambas están formadas por estos dos elementos esenciales, pero en distintas proporciones. De ahí, las diferentes consistencias y aplicaciones. Loción y crema hidratante no son opuestas y pueden llegar a ser complementarias. Si la piel es normal o tendente a grasa, muchas personas optan por aplicar la primera durante la época estival como su rutina básica de hidratación y belleza. En invierno, por la pérdida notable de agua y humedad, la loción se convierte en el complemento perfecto de una buena crema corporal.

Ahora que conocemos las diferencias básicas entre estos dos productos, podemos usar el que más se adapte a nuestros gustos y las necesidades de nuestra dermis. En Avena tenemos una línea de cremitas y lociones diseñadas para cada tipo de necesidad. Con una sencilla rutina de aplicación diaria, la mejora de la hidratación y el rejuvenecimiento son más que visibles.